High Fidelity con milenials
La semana pasada volví a ver High Fidelity (la serie). La película es una de mis favoritas, pero en muchos aspectos creo que la serie es mejor. Se puede ser mucho mas empático con una Rob morra de color que con un Rob hombre blanquito, y empatía es algo que le viene muy bien al personaje, porque es una persona detestable.
Cherise es más interesante que Barry (perdón pero sí), y Simon es mucho menos plano que Dick. Sobre todo por el episodio dedicado al top-5 de heartbreaks de este último.
SPOILER
Por un momento tuve la esperanza de que los guionistas hubieran rectificado y esta vez Rob si comprara la super colección de discos del coleccionista adúltero por 20 dólares, e incluso ese arco, por alargado, parecía ir hacia allá, pero no. Sigue siendo la parte más idiota de la historia.
ENDSPOILER
El soundtrack es increíblemente bueno, y aunque no hay un álbum oficial, en Spotify hay una lista curada por la producción de la serie. Si como yo, no tienes Spotify, puedes checar esta guía publicada por Harpers Bazaar y crear tus propias playlists.
La serie es super bingeable, sobre todo porque solo hay 10 episodios y no habrá más. Y aunque el primer impulso es enojarse porque la serie fue cancelada, la verdad es que es mejor así, sabiendo que Rob no tuvo un viaje a la iluminación y que a fin de cuentas siguió viviendo las consecuencias amorosas de ser una horrible persona. Como que eso mantiene íntegra la historia.
Otras cosas que vi durante abril:
Porno y Helado, serie de comedia Argentina. Buenísima.
The Sopranos, al fin. Ya no voy a ser esa persona en las reuniones que no vió The Sopranos. Es mejor de lo que imaginaba. Voy en el episodio 8.
Atlanta y Better Call Saul a cuentagotas, de nuevo.
Gracias por leer. ¡Hasta la próxima!